EXPOSICIÓN NATALIA PASTOR
PARECE QUE VA A LLOVER / NITRASTUR
GALERÍA GUILLERMINA CAICOYA
13 de noviembre al 17 de diciembre
La
presencia y desarrollo del paisaje, fruto de su entorno social, de estructuras
marcadas por la industria, las reconversiones, la riqueza y decadencia de su lugar
de residencia, es una de las líneas de trabajo más constantes en la trayectoria
de Natalia Pastor. Sobre este escenario, inicia varias series que desde
planteamientos formales distintos, confluyen conceptualmente en una visión del
territorio que oscila entre el testimonio, el documento, la mirada idealizada y
lo épico.
En
esta ocasión, la muestra se articula en dos instalaciones paralelas con un eje
vertebrador común, compuestas por series fotográficas realizadas sobre el
paisaje de la Cuenca Minera del Nalón. Es
ésta una línea de trabajo que la artista comenzó hace más de una década, unos
años después de retornar a Asturias y en la que hay un gran interés por
recuperar la memoria de su entorno más cercano, en un reencuentro en el que
identidad y territorio van a conformar su campo de investigación y que pasa por
explorar el espacio ocupado por el paisaje industrial y que consta de espacios
en decadencia, algunos en abandono total y otros en vías de recuperación y
conservación. Ambas forman parte de un proceso más amplio que engloba otros
aspectos del mismo contexto social y paisajístico, planteando una reflexión
sobre la lenta alteración de un paisaje que, en pocas décadas pasó de una
actividad frenética al desmantelamiento progresivo, provocando una
transformación significativa en el tejido social, urbano y económico de la
comarca.
NITRASTUR
El
complejo Nitrastur, incluído en el Registro Industrial del DOCOMOMO
(Organización para la Documentación y Conservación del Movimiento
Moderno), estuvo en funcionamiento hasta
1997. Este espectacular complejo no sólo tiene interés en si mismo por ser un
modelo paradigmático de arquitectura industrial moderna en Asturias, además,
sugiere connotaciones evocadoras de lo que fue la vida en La Felguera, en la
Cuenca del Nalón y del papel central que jugaba en ésta el trabajo
especializado, la producción industrial, el conocimiento aplicado a la
transformación del mundo y la empresa como centro vital más allá de la propia
actividad laboral.
Las
imágenes de esta propuesta, plantean una aproximación poética a la fuerte
presencia del paisaje industrial, cuyo interés radica en mostrar un espacio que
no sólo tiene significación por su relevante valor arquitectónico y de
patrimonio industrial, sino como rastro de lo que fue la actividad principal de
una zona que contribuyó de manera esencial y vertebradora a la construcción de
una comunidad y de cómo la sociedad actual ha trasladado a otros ámbitos sus
actividades identitarias. Un paisaje que a lo largo de los años la artista ha
ido documentando y que a pesar de su aparente estancamiento, está en constante
transformación, mostrándonos imágenes de edificios que han sido derribados por
no encontrarse catalogados, y
descubriéndonos otros que por su
elevado nivel de deterioro actualmente están ocultos a la mirada, revelando a
través de ellas como la naturaleza va recuperando el protagonismo que tuvo
antaño.
PARECE QUE VA A LLOVER
La instalación titulada Parece
que va a llover plantea un work in progress, un laboratorio de ideas que consta
de piezas finalizadas y piezas en proceso de elaboración y experimentación, desplazando
a la sala de exposiciones una extensión del taller de trabajo. A través de
montajes fotográficos, bocetos y fragmentos de obras inacabadas, la artista construye
una suerte de paisaje lineal, una de tantas posibilidades de interpretar, vivir
o imaginar cada una de las ciudades que hay dentro de la ciudad cambiante, que
es, tal y como alude el título, el resultado de una historia de incertidumbre.